lunes, 26 de marzo de 2012

"EL MALA MEN"

El tema del día en la clase era el miedo, el terror de los niños, la profesora empieza a preguntar...

  -Pedrito, ¿de quién tienes mas miedo?
  - De 'El Hombre del saco'
  - Pero Pedrito,-dice la maestra- 'El Hombre del saco' no existe, es una leyenda... no debes tener miedo...

  -Mariana, ¿de quién tienes más miedo?
  - De 'la llorona',
  - Pero Mariana, 'la llorona' tampoco existe, es una leyenda... no debes tener miedo...

  - Juanito, ¿de quién tienes más miedo?
  - De 'la mano peluda', maestra.
  - Pero Juanito, 'la mano peluda' tampoco existe, es otra leyenda....tampoco tú debes tener miedo...

  - Pepito, ¿de quién tienes más miedo?
  - De 'El Mala Men', profesora (el silencio invadía el salón de clases hasta que la maestra dijo):
  - ¿El 'Mala Men'? nunca oí hablar de ese, ¿quién es?
  - Yo tampoco sé quién es profesora, pero me temo que sea el ser más terrible que pueda pisar la tierra, su maldad es implacable y su legado de terror se ha esparcido por varias generaciones y siglos ya que todas las noches mi mamá dice al final de las oraciones:
  "...no nos dejes caer en tentación y líbranos del 'Mala Men'".


¿Cosas de niños?
 

martes, 20 de marzo de 2012

Nuevas telas, nuevos Broches

¡Qué gusto me da poder enseñar algunos broches nuevos!











Se lo debo a Son, que me ha pasado algunos retales de las telas que usó para vestidos de sus niñas.
(Estaban preciosas con los vestidos nuevos)

Muchas gracias y muchas veces.


jueves, 1 de marzo de 2012

Inyección de optimismo

Hay días que necesitas una inyección de optimismo para seguir luchando. Hoy ha sido uno de esos días. El niño de 7 años no tenía ninguna, pero ninguna gana de leer. Un día aislado no tiene mayor importancia, pero cuando se va haciendo cotidiano ya no me gusta. Hay quienes encuentran una escapatoria ingeniosa para provocar el despiste en los padres y librarse de alguna de las obligaciones que tiene, ese es mi hijo. Te cuenta unas historias (milongas las llamo yo) que si estás poco perspicaz consiguen desviar tu atención a otra cosa.

El simpático crío ha hecho mil intentos, contando historias divertidísimas, de desviar mi preocupación por sus 15 minutos de lectura a otra cosa (los 15 minutos de lectura de su hermana).
Hasta que se ha hartado y de malas formas ha cruzado los brazos delante del libro y se ha negado a leer. (En otros tiempos le hubiera dado una bofetada, pero hoy por hoy creo que iba a empeorar las cosas).

Usé  de mis encantos teatrales y comencé el libro, su lectura, con una voz alta y entusiasmo en cada palabra. Muy pausada, parando en cada frase, dando tiempo a emocionar esa alma endurecida por el enfado. Intercalando aspavientos de emoción, sorpresa e intriga.

Primer capitulo terminado. El niño ha empezado a mostrar interés. "Uh!, me tiene intrigada. ¿Cómo resolverán el problema? ¿no quieres saber que pasará?" y le cedo el libro.
 

He ganado la batalla, esta es mi inyección de optimismo, sigue leyendo. Aunque a veces me pesa la exigencia de la educación de mis hijos me llena de optimismo ver que hay buenos resultados.

Mira los dibujos y los comenta. Y quiere seguir leyendo, hay muchas ganas de saber que pasa. Lo termina esta tarde.