No parece muy difícil y me he animado a hacerlos con los niños, ya que habían terminado pronto sus tareas y las duchas, y yo tenía la cena ya preparada.
La verdad es que, por si las moscas, me fui ayer a comprar el papel de seda a una papelería que tengo cerca del trabajo pero, casualidades de la vida, se había vendido el último rollo. Probé suerte en una de esas "tiendas de chinos" y allí encontré los que se venden de tamaño folio en paquetitos, pero con colores más bien feos. Baratos si que han sido, a 0,75€ el paquete. Pero se nota que la calidad deja mucho que desear. En fin, sólo era para probar y aprender.
Y manos a la obra. Nos pusimos los pequeños y yo con el papel a hacer plegado como para abanicos y lazadas con cuerda, no me parece el alambre recomendable para "pipiolos", y a abrir el abanico sacando pétalos y esto es lo que quedó.
Es más difícil de lo que parece, pero la práctica lo mejora todo.
Recomendaciones: Cuanto más ancho es el papel, más grande queda el pompón y más sencillo es hacerlo. Los pequeñitos quedan demasiado compactos y es difícil separar los pétalos. Yo sólo usé 4 pliegos de papel por cada pompón, creo que hubiera quedado mejor con más papel, como lo dicen en el enlace.
Quedan más bonitos cuando redondeas las esquinas, no cortadas en punta como estrellas.
El plegado debe hacerse con mucho cuidado, que queden iguales unos a otros para que al cortar y separar las hojas de papel quede más uniforme.
Es barato, es divertido y aunque no me han quedado estupendos tienen un pase, para ser la primera vez que los hacemos.
Mañana todos los niños se llevan su pompón al colegio.
1 comentario:
no están mal para ser la primera vez, como tu dices con un poco de practica te saldrán preciosos ,nos lo enseñaras ¿verdad?
un besito desde
Karmucaycuquino
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